El yoga nos ofrece herramientas para entrenar nuestra mente y ser capaces de convertir esos mensajes catastróficos que todos nos mandamos a nosotros mismos, en mensajes de aliento y ánimo porque todos y cada uno de nosotros somos un verdadero milagro.
Tu potencial es infinito. Y esto es lo que ofrecemos en namaskar: una práctica física (hatha yoga mas amable, vinyasa más retante) donde conocemos nuestros limites para verlos, respetarlos y trascender los (cuando llegue el momento), donde conseguiremos flexibilidad, fuerza, conciencia corporal, en donde mejoraremos los músculos hasta los órganos internos, pasando por articulaciones y ligamentos.
Una práctica mental donde por medio de la atención a la respiración y a las sensaciones logremos (cada dia un poco mas) mantenernos en el momento presente (que es donde sucede la VIDA).
Una práctica emocional donde seamos capaces de respetar nuestras emociones, entrar en contacto con ellas (a veces la mente no nos deja, “no me debería sentir asi”) y discernir si es real o mental y en última instancia soltarla…porque todo pasa. Cultivar el pensamiento positivo, la paciencia, la humildad, la compasión. En definitiva, una práctica que trasciende las cuatro paredes de namaskar y que nos sea útil para la vida, para cada día, para encontrar SATCHITANANDA (estado de felicidad).
Ahora… la mirada es hacia dentro.
“El yoga nos ayuda poco a poco a liberarnos del miedo, liberarnos de las paredes que construimos y nos aprisionar.” Indra Devi, primera mujer en el mundo del yoga.